coplas
Del pago
1
Yo soy de este pago hermoso,
Rosario de la Frontera,
donde se enlutan los vasos
cuando muere un calavera.
2
A mi vino lo derramo
en la tierra en carnaval
pa’ que beban mis abuelos
enterraos en El Ceibal.
3
Salta tiene por el Sur
a Rosario de portal,
verde valle, cielo azul,
buena gente, agua termal.
4
Soy del pago de Rosario,
de La Hoyada pa’ más dato,
a veces no paro la olla
porque soy un pelagato.
5
A Rosario yo lo llevo
desde el día que nací,
apenas digo mi nombre
mi tierra salta de mí.
6
Para mí todito es lindo,
para mí todo es igual,
soy un gaucho aquerenciado
n’ el pago El Algarrobal.
7
Yo no sé qué tiene el vino
que a mí me da por chupar,
cuando estoy alegre chupo
y cuando estoy por llorar.
8
El vino tiene esas cosas
que al hombre lo hacen cantar,
llora y ríe, ríe y llora,
puede morir o matar.
9
Yo ‘i nacido en El Naranjo,
donde el Cristo Articulado,
y como el Cristo me paso
sentadito o acostado.
10
De allá abajo mi venido
cruzando zanja y zanjones,
nada me han hecho los tigres,
qué me han de hacer los leones.
De amor
11
En la punta de aquel cerro
yo hi clavado mi facón,
así clavaste tus ojos
adentro mi corazón.
12
Lloviendo está sobre el río
y ya saltan los pescaos,
así salta el corazón mío
cuando te veo en algún lao.
13
Tu corazón es más dulce
que la misma chirimoya
pero a mí me hace llorar
cual si fuera de cebolla.
14
Tata Dios me ha dao los ojos
pero pa’ hacerme sufrir,
te veo pasar tan hermosa
pero no sos para mí.
15
Ayer te canté en Los Churquis,
hoy te canto en Tinajeras,
en el cielo o el infierno
te cantaré cuando muera.
16
No mezquinés tu hermosura
china linda, mostraméla,
que nadie hai querer mirarte
cuando ya seas abuela.
17
Mañana por la mañana
va a correr un viento frío,
no le echés la culpa al viento
que son los suspiros míos.
Picantes y picaronas
18
La pucha qué lindas son
las mujeres de La Hoyada,
¡si vestidas son tan lindas
qué serán así sin nada!
19
Qué grandes tenís los pechos,
redondos como la luna,
las puntas han de ser dulces
como el arrope de tuna!
20
Gustito a pan son tus manos
y tus pechos gusto a rosa
y tendrás gustito a charqui
bajo tu vientre otra cosa.
21
Como lambe el río la arena,
como la vaca la sal,
así yo te lambería
noche y día sin parar.
22
Yo soy como el caschi yuto
cuando quiero un amor nuevo,
como no tengo la cola
siquiera el tronco lo muevo.
23
Si querís tener chinitas
atendelas con ternura
porque son como las moscas:
las atrae la dulzura.
24
Dicen que a los casados
se les corta la alegría,
yo soy casado hace mucho
y ando alegre todavía.
De amor, dolidas y tristonas
25
En Los Sauces fuiste mía,
te perdí en El Arenal,
volví a tenerte en Horcones
y te perdí en El Ceibal.
26
Los sauces cómo reían
el día que te conocí,
ahora que te he perdido
los sauces lloran por mí.
27
Bajo los sauces llorones
me senté a llorar tu adiós,
llorando estaban los sauces
pero más lloraba yo.
28
El anillo que me diste
fue de vidrio y se quebró,
el amor que yo te tuve
fue de agua y se derramó.
29
No hay cosa más dolorida
que el corazón del humano
cuando la amada lo deja
y él sigue amándola en vano.
De amor, casamenteras y sabiondas
30
Ya quisiera verte yo
en la finca El Duraznito
donde hasta el gaucho más vivo
puede pisar el palito.
31
Ya quisiera verte yo
en la finca de Ojo de Agua
donde hasta el gaucho más duro
se ablanda por una enagua.
32
Ya quisiera verte yo
campo adentro, allá en Mogotes,
donde el más arisco sale
con el lazo en el cogote.
33
Ya quisiera verte yo
en la finca La Australasia
donde casarse no es nada,
parar la olla es la desgracia.
34
Ya quisiera verte yo
casándote en el altar,
tenís gana i decir no
y el sí sale por azar.
De carnaval
35
Yo tenía en vez de cabras
penitas en mi corral,
ayer me ha dentrao el lión
que se llama Carnaval.
36
Ya se viene el Carnaval
por los cerros de Ojo de Agua
haciendo chispear las coplas
como el acero en la fragua.
37
En las carpas bailan todos
borrachos y coloraos,
Mandinga les tiró encima
la sangre de un puñaliao.
38
Me gusta andar por las carpas
de Cámara y San Martín,
bagualeando con mi caja
mi alegría no tiene fin.
39
En Carnaval una tarde
bagualié mientras llovía
y la copla agua de lluvia
de sólo estar se volvía.
40
Tapalo con hojas secas
cuando caiga el Carnaval,
cuando le pase la macha
se hai volver a levantar.
41
Por andar carnavaleando
a mi mujer descuidé,
cuando volví pa’ mi rancho
ni el rastrito le encontré.
De desdicha
42
No quieren cantar conmigo
reparando en mi pobreza,
pero nunca canto solo,
me acompaña la tristeza.
43
Copo Quile, así se llama
la tierra donde he nacido,
de verme sufrir mi madre
maldice haberme parido.
44
Yo nací para ser pobre,
el rico me mira mal,
se olvida que puse el lomo
pa’ que él tenga su caudal.
45
El negro que tiene plata
en cualquier parte entra y sale,
como yo soy negro pobre
ninguna puerta se me abre.
46
De mi pago me fui un día
porque allí no era querido,
en el pago de Rosario
soy un bicho aborrecido.
47
Nací el primero de agosto
y la Virgen ha lloraro
diciendo: –Este pobre diablo
seguro hai ser desgraciao.
48
Cuando yo era una guagüita
me alzaban todos a mí,
ahora que ya soy grande
ando tirao por ahí.
49
Por la vida andoy rodando
sin quién me quiera querer,
pobrecito cuando muera
ni una vela me han prender.
50
Diez hijos tuvo mi madre
y a los diez los ha criado,
nueve fueron muy dichosos
y sólo yo el desgraciado.
51
Los diablos son muchos, doña,
y el agua bendita es poca.
viudita con tantos críos
diande han comer tantas bocas.
52
Niño rico, niño pobre,
cada cual con su destino.
Niño blanco, niño negro,
Diosito partió el camino.
53
La gente si no hay trabajo
pa’ Güenosaire se va,
qué triste que andan los pobres
penando por la ciudá.
54
Cuando me fui de El Potrero
de nadie me despedí,
tan sólo mi madrecita
quedó llorando por mí.
De costumbres
55
Pa’ los primeros de agosto
sahumamélo al rancho mío
ma ver si se va la yeta
que tanto tiempo i tenío.
56
Chinita, ya va a llover,
segurito que graniza,
pal viento hacéte en el patio
una crucita i ceniza.
57
Mi abuelita me ha enseñao
cómo debo comer tunas,
se debe comer impar
pa’ que vaya guiando una.
58
Mi agüelo sin saber ler
tenía su sabiduría,
panza arriba ponía un sapo
y en plena seca llovía.
59
Mi mama sabía decirme
los días de mucho calor:
–Changuito, tené cuidado
porque puede haber temblor.
60
Li traido, doña Venancia,
a m’hija con ojeadura,
tiene abierta la mollera
como calzón sin costura.
61
Pa’ que el cielo no se aburra
Diosito inventó a las aves
y ha inventado la inorancia
pa’ entretener al que sabe.
62
Pal locro ollita de fierro,
batea de palo pal pan,
pa’ cocinar fuego i leña
de quebracho y guayacán.
63
Para hacer buena empanada
echale papa y huevito,
cebolla, carne picada,
pasa de uva y ajicito.
64
Hi llegao a esta cantina
guiado por dos instintos;
sírvame un locro pulsado
y una jarra i’ vio tinto.
64
Por los campos de Balboa
cuatreriando mos andao.
Mos enlazao a escondidas,
escondidos mos carniao.
65
Siento una cosa bien fiera
cuando degüello un novillo
igual que si me corriera
por el cogote un cuchillo.
66
De noche por Barba Yaco
se aparece el Ucumar,
hay que ser bien corajudo
pa’ bandear ese lugar.
67
Si te silban las almitas
no te de por contestar,
te aporrean sin que las veas
y hasta te pueden matar.
68
Los espantos andan sueltos
por el Paso La Angostura,
ai pasa la Viuda Negra
montada en el Alma Mula.
69
Una lechuza que chita
es una bruja encarnada,
mostrale un trapito blanco
pa’ que se venga en picada.
70
Virgencita de los Valles,
ti traído mi puñal,
vendecilo que esta noche
vua peliarle al Familiar.
De humor
71
El marido está en la cama
y ella está en la cabecera
con el rosario en la mano
rezando pa’ que se muera.
72
Mis hijos cuando me enfermo
corren a darme asistencia
y a la vuelta de mi cama
discuten sobre la herencia.
73
Cuando murió su mujer
ese viudito celoso
cuidaba que la finada
no se le cruce de pozo.
74
L’otro día pal día las almas
a tu tumba fui a alumbrar,
al recordar tus engaños
me puse encima a bailar.
75
¡Qué lindos los cementerios
el día de los difuntos,
tan floridos y alumbrados,
dan ganas de ser pie–juntos!
76
Con los pulgares mi suedra
las empanadas repulga,
pensar que con esos dedos
también revienta las pulgas.
77
Mi suedra aparenta mansa
pero no es tan oveja,
pasemén el ensillao
para domarla a esa vieja.
78
Parece que se enrollara
la luna cuando se mengua,
qué lindo si te enrollaras
vieja chismosa la lengua.
79
De delante de las suedras
espantaos corren los yernos
como juyen los santitios
de las puertas del infierno.
80
Mi suedrita es bondadosa,
siempre quiere verme bien,
bien aplastao en las vías
bajo las ruedas de un tren.
81
Una chica de quince años
se empachó comiendo tunas
y al cabo de nueve meses
tiró el empacho en la cuna.
82
Estas chicas de mi pago
son como jardín florido,
no saben pegar remiendos
y quieren tener marido.
83
–Adiós, arrope de tuna,
por tu amor vivo quisquido.
–Aguantá que ahorita viene
a destrancarte mi marido.
84
El coi anda en los caminos,
la perdiz en los maizales,
vos aquí y tu mujercita
con otro en los pajonales.
85
Si tu mujer anda rara,
santulona y religiosa,
seguila que con el cura
debe andar haciendo cosas.
86
Sombreros tienen los gauchos,
los reyes tienen corona,
pero vos tenís los cuernos
que te pone la patrona.
87
Mis vecinos me critican
porque me paso de vicio,
no saben que es el descanso
el mejor de los oficios.
88
Si un policía te dice:
–Venga, maula, marche preso…,
meté la mano al bolsillo
que lo arreglás con un peso.
89
Cuando me pongo a cantar
no tengo sueño ni duermo,
mandemén a trabajar,
ai ya no puedo de enfermo.
90
Quedé inútil pal trabajo,
la yeta hizo que me quiebre.
Debe ser chistoso ver
a un rengo correr la liebre.
91
Canten como yo canto,
como yo canto así canten,
no de adelante pa’ tras
sino de atrás pa’ delante.
92
Quién dice que el toro es bravo,
yo soy más bravo que el toro,
el toro pela y mete,
yo meto cuero y todo.
93
Como las ollas de fierro
tenís de negras las patas,
los güevos hai ser más negros,
ni qué pensar la batata.
94
Yo soy bravo como el tigre
y metedor como el potro,
me gusta robar ganao
y a la mujer de los otros.
95
Quisiera ser buscapié
pa’ brincar entre tus patas
y mirarte de abajito
aunque se enoje tu tata.
96
Dicen que la garza mora
lo cruza al mar de un volido,
yo también lo cruzaría
si nos juna tu marido.
97
Cuando hai venir pa’ Rosario,
lo invito con gran placer;
a usté le daré el asao
y el chorizo a su mujer.
98
Ropa de chala la humita,
ropa de chala el tamal;
sin ropa vení, chinita,
te espero dentro el maizal.